miércoles, 17 de agosto de 2016

Por ser diferente

Escribo con una idea de fondo: agradecer el trabajo de la concejala Martínez Paños. Ella encarna el político al que daría siempre mi voto.
La oposición municipal ha aprobado una moción para que le sean retiradas las competencias de la mujer a la concejal Martínez Paños y no por no defender a la mujer, sino por defenderla de manera diferente. No ha querido ser un peón de esa ideología de género que algunos pretenden imponer como pensamiento único. Una ideología que vacía el fundamento antropológico de la familia.
Desde su amplia perspectiva (licenciada en Derecho, abogada de profesión, madre de familia y, además, política), ha preferido promover a la mujer en cuanto tal, en su esencia, reivindicándola por lo que es y no por contraposición a modelo alguno. Partiendo de la singularidad de la mujer ha intentado situarla allí donde juega un papel esencial e indispensable. Y todo desde el respeto a la voluntad de ellas, sin imposición de modelos, sin eslóganes, contribuyendo a que cada mujer sea lo que ella libremente y en función de sus aptitudes, capacidades y circunstancias decida ser.  
Así pues, no han querido apartarla por incapacidad, sino por no querer comulgar con las ruedas de molino que impone la ideología citada. Martínez Paños es un ejemplo peligroso de cómo se pueden hacer las cosas de otra manera. Y han ido a por ella. No con grandes discursos, ni con proyectos por la mujer, sino con lo de siempre: el aborto y la Ley Aído. La ideología de género no acepta que una dirigente esté en contra del aborto. Menos aún que se atreva a afirmar, como lo hizo Martínez Paños, que “el aborto es una forma de violencia contra la mujer”. La dirigente, por principio ideológico, debe ser abortista; debe contemplar el aborto como algo neutro, como un acto indiferente en la vida de una mujer.
Esta ideología tampoco acepta que no se aplauda hasta con las orejas la Ley Aído. Y porque Martínez Paños hace todo lo posible para que las mujeres no tengan necesidad de esa Ley, le acusan de ir contra la legitimidad. Como si fomentar el cálculo mental entre los niños supusiera ir contra las nuevas tecnologías. Como si la única forma de defender a una mujer embarazada sea ayudarle a abortar, que es a lo que da derecho esa Ley.
No pretendo entrar en el debate sobre aborto sí o aborto no, sólo intento exponer algunos puntos que muestran lo más grave de todo esto: la imposición de pensamiento único que trae esa ideología. Imposición que impide la libertad de expresión, acusando de fanático o fundamentalista al que opina lo contrario.
La ideología de género, como todo pensamiento único, empieza negando la libertad de expresión y acaba prohibiendo la libertad de acción. Se le acusa de colaborar con la asociación “Red de Madre” (asociación que ayuda a las mujeres que con dificultad social o económica desean llevar a término su embarazo y de la que Martínez Paños fue presidente-fundadora) que dicen que ha sido denunciada porque sus asociadas pasean por la calle del Muelle informando sobre alternativas al aborto. Les acusan de agredir con el rosario (carcajada del que sabe cómo hacen hoy los rosarios) o hacer violencia al celador de la entrada. Falso. Y, en consecuencia, las ideólogas de género pretenden que no pisen esa calle. Pero, ¿en razón de qué les niegan la libertad de movimiento? Además, ¿a dónde ir a informar si no es en esa calle? ¿Hay algún otro abortorio oficial?

Finalmente y a pesar de este ataque, Mari Ángeles Martínez Paños podrá seguir promoviendo a la mujer. ¡Qué suerte tienen las que con ella se encuentren!