(Una justificación del título)
Si tenemos en cuenta que se suele decir “este
mundo no hay quien lo entienda”, puede parecer un título pretencioso; yo mismo
puedo parecerlo. Pero creo que podemos entenderlo. Algunos, incluso, afirman
que pueden llegar a ver hacia dónde vamos. Yo, desde luego, no. Lo que nadie podrá
confirmar es ese final que intuyen; pues la historia, salvo en lo que respecta
al tiempo -el eje X-, no es lineal. Intervienen, además de los acontecimientos
imprevisibles, otras fuerzas que no contempla el pensamiento actual, tan
acostumbrado al reduccionismo y a la sistematización absoluta de las ideas. Por
ejemplo, 5 panes y 2 peces son 5 panes y 2 peces, pero de ellos comieron 5000 hombres,
sin contar mujeres y niños (Mt, 14, 13). Siete panes y algunos pececillos son 7
panes y algunos pececillos, pero de ellos comieron 4000 personas, sin contar
mujeres y niños (Mt15, 34).
¿Por
qué dedicar tiempo a entenderlo?
Acaso, ¿no estamos viendo cómo cualquier ocurrencia
puede convertirse en ley? ¿No sería este un buen motivo? Lo cierto es que tengo
también un motivo previo. Considero que nuestra relación con el mundo debe ser
doble: guardarlo y cultivarlo. Guardarlo: haciéndonos responsable de él, no usándolo
de modo despótico. Cultivarlo: que es tanto como decir trabajar por él y dar
culto a su Creador. Aristóteles decía que “el hombre engendra al hombre”, y
añado “el hombre cuida al hombre” y, si puede, lo cura.
Me
choca lo que veo, me rechina lo que oigo; y huelo un ambiente de desesperanza
que contrasta con la calidad humana que hay a mi alrededor. Contemplo al hombre
demasiado pegado a la tierra, demasiado en sus cositas, atado a obligaciones
rutinarias que le impiden ver su grandeza, conocer su dignidad y mirar más
allá. Andamos polarizados, sin querer encontrar un punto de encuentro. Divididos,
cuando tendríamos que estar unidos.
En definitiva, debemos dedicar tiempo a entenderlo porque
debe preocuparnos el hombre presente, el que suma años, que careciendo de una
sólida base interior es llevado y traído de una cosa a otra sin disfrutar, sin
ser feliz en ninguna. Viajero sin hogar que, sin embargo, tiene.
¿Qué
tenemos que entender? Concretemos sin ser exhaustivos.
·
¿Por qué está en crisis el sentido de la vida,
y en el aire el primer Derecho Fundamental, el derecho a la vida? (Se legisla
en función de unos casos límites que dejan la puerta abierta para los casos que
no lo son; véase el aborto y la eutanasia. El aborto quieren convertirlo en
derecho comunitario, sin respetar siquiera el derecho a la objeción de
conciencia de los médicos que no quieran practicarlo. Este año, en Inglaterra,
el 90% de los bebés con síndrome de Down fueron abortados. Y todo revestido de una
ética de la convivencia.)
·
¿Por qué se está deconstruyendo a la persona,
a la familia y, especialmente, a los niños? (Se tiene un concepto de dignidad
de la persona que no comparto. Hacen desaparecer la figura del padre y del
varón; casi parece que se desea que no existan varones y mujeres, sino una cosa
intermedia -medio varón, medio mujer, progenitores A y B- que lleve a la
eliminación de la procreación natural -granja de bebés-. La imposición de un
modelo de feminidad que intenta deslegitimar a las que no piensan igual -el
otro día en la 6ª, ataque de la periodista Cristina Gallego-; y ¿qué decir de
la familia? “Lo que produce personas es la familia” [Remí Brague]. ¿Qué decir de
la intromisión de los poderes públicos en la educación? “Los niños no son de
los padres”; la profe que dice que lo importante es lo que sientes; los
bloqueadores de hormonas, etc.)
·
¿Por qué las palabras ya no significan lo
mismo para unos y otros?, lo que dificulta el diálogo y los puntos de encuentro.
Y ello afecta también a la moral, a lo que es bueno y malo. No tiene la misma
carga moral decir “fantasía sexual” que “pensamiento impuro”, o “interrupción
voluntaria del embarazo” que “aborto”. Como consecuencia, se da toda una
degradación moral o, al menos, una gran desorientación.
o
¿A qué suena hoy la palabra apostolado -ya no
digo proselitismo-? (¿Estás haciendo apostolado conmigo?) ¿Por qué? ¿Se atreven
los cristianos a hablar de “pescadores de hombres”, cuando es una frase
evangélica y fue el pez el símbolo que distinguía a los primeros cristianos?
o
¿Qué significa hoy la palabra libertad? ¿No
parece que hay una idea ilusoria de que no tiene límites? Libertad-perdón-creación
(La fe en la creación hace que la libertad pueda comprenderse como libertad
para el bien, y a la inversa, la experiencia de libertad hace que la fe en la
creación sea una elección significativa. La libertad es lo que nos permite
alcanzar el Bien y solicitar y pedir el perdón [RB].) ¿No hay naturaleza y
normas a las que atenernos? Y, como consecuencia, ¿qué es eso de la obediencia
sino un mal medieval? Obediencia, autoridad, mandar, ¿qué es eso?
o
¿Y la palabra igualdad, que sobre el papel lo
resiste todo? Pero la realidad natural es desigual. Sólo los que se quieren se
sienten iguales porque usan sus diferencias para el servicio mutuo y
desinteresado, que los iguala. ¿Cómo organizar una sociedad de iguales y libres
cuando cada uno se tiene a sí mismo como absolutamente libre? ¿Anarquía o poder
soberano absoluto que calcula el equilibrio?
· ¿Por qué prospera el pesimismo ante el futuro?
Los avances tecnológicos y las posibilidades de la IA dibujan un mundo sin ser
humano o, al menos, sin el ser humano que conocemos. (La aparición de ciborgs y
la fabricación de robots llena de incertidumbre; la máquina que lo sabe todo amenaza
la sabiduría humana. Ya en Corea del Sur, la tecnología sustituye las
relaciones humanas. “Fabriquemos el robot para que el hombre no esté solo”,
dijo otro hombre.)
· ¿Por qué mientras la gente ordinaria intenta
sobrevivir en un presente laborioso, lleno de actividad y nuevos retos, los
poderes públicos se dedican a organizar su futuro? Esto es, pretenden organizar
la vida de los demás a espaldas de la gente común. (¿Qué es eso del nuevo orden
mundial? ¿quién lo ha inventado? ¿y a usted quién le ha dado permiso? ¿Qué es
eso de la Agenda 2030? ¡Déjeme hacer mi propia agenda! Al final, como decía
alguno, “habrá que cogérsela con papel de fumar”, con perdón).
·
¿Por qué hoy presentan a nuestros padres, abuelos,
bisabuelos, tatarabuelos, … como seres crueles, rígidos e intolerantes, con la
pretensión de que olvidemos sus enseñanzas y, como he dicho anteriormente, el
rol del hombre (varón)? Decía Dostoievski (En el epílogo a los hermanos
Karamazov): “no hay nada más noble, más fuerte, más sano y más útil en la
vida que un buen recuerdo, sobre todo cuando es un recuerdo de la infancia, del
hogar paterno. (…) El que hace una buena provisión de ellos para su futuro,
está salvado. E incluso si conservamos uno solo, este único recuerdo puede ser
algún día nuestra salvación”.
·
¿Por qué se ha sustituido a Dios por el
Estado y a la religión por una democracia individualista que nada tiene que ver
con el amor? ¿No es cierto que existe una extralimitación estatal que invade
tanto el campo judicial como ético? ¿Es el Estado el que define el orden moral,
no hay nada previo? ¿Para qué sirve el Estado? Respuesta: para “mantener la
convivencia humana en orden”. Tiene la misión de gobernar y de que su gobierno
no sea un simple ejercicio de poder sino protección del derecho que asiste al
individuo y garantía del bienestar de todos. No es misión del Estado traer la
felicidad a la humanidad, ni es competencia suya crear nuevos hombres.
·
¿Qué ha llevado a sacralizar la naturaleza y desacralizar
a la persona y a la familia? (La madre naturaleza puede ser muy madre para el
lobo que se come al cordero, pero no para el cordero)
·
Por las numerosas contradicciones de un mundo
globalizado donde los más débiles, los más pequeños y los más pobres parecen
tener bien poco que esperar [JPII].
·
Porque conviene descubrir tantas realidades
buenas que nos rodean y, a la vez, tantos aspectos que no se adecúan a la
dignidad de la persona.
·
Porque quiero conocer en qué grado participo
de todo ello. Esto es, no sólo preciso conocer las ideas que lo alimentan, sino
también cuántas de ellas forman ya parte de mí, y no me ha dado cuenta. (Porque
el mal moderno actúa con manos enguantadas; el mal ha sido despojado de sus
apariencias más chocantes).
Podemos vivir sin entenderlo y, simplemente,
dejarnos llevar, dejar hacer, vivir el “carpe diem”, seguir la máxima: “mientras
que no me afecte…”, pero quizás -entonces- sea demasiado tarde.
Nos estamos acostumbrando a las reacciones
tardías, a ir a remolque, pero eso supone que son otros los que nos llevan,
además de ser un desprecio a la libertad (¿de qué sirve la libertad si no la
ejerzo o no puedo ejercerla?).
Conviene que seamos propositivos, ir por
delante y, en la medida de nuestras posibilidades, ser colaboradores
(protagonistas o secundarios) en la transformación del mundo. Como «exploradores» que se dirigen siempre hacia
lo que es bello, bueno y verdadero [JPII].