Estimados lectores y lectoras, os felicito las fiestas de Navidad con la oración que Benedicto XVI escribió al final de su encíclica Dios es amor:
Santa María, Madre de Dios,
tú has dado al mundo la verdadera luz,
Jesús, tu Hijo, el Hijo de Dios.
Te has entregado por completo
a la llamada de Dios
y te has convertido así en fuente
de la bondad que mana de Él.
Muéstranos a Jesús. Guíanos hacia Él.
Enséñanos a conocerlo y amarlo, para que también nosotros
podamos llegar a ser capaces de un verdadero amor
y a ser fuentes de agua viva
en medio de un mundo sediento.
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