martes, 6 de diciembre de 2011

Sobre las últimas medidas (07-12-2011)

Albacete es una ciudad de servicios repleta de funcionarios por lo que la bajada de sueldos de éstos repercutirá en aquellos. Algo tan simple de ver que hace pensar en que la situación económica que atravesamos es tan difícil que no queda más remedio. El menos tres por ciento del bruto, que dicen, es para algunos el menos seis coma veintinueve, pudiendo variar a más o menos según el complemento. Pero, claro, si dejamos hacer a los otros que eran menos serios y lo bajaron todavía más, ¿cómo no dejaremos hacer a estos que parecen más honrados? Aunque ya sé que esta pregunta nada dice sobre la cuestión de fondo, que la medida afectará a todos los albacetenses, sean o no funcionarios. Pero sale al paso de esos que ahora dicen defender la sociedad del bienestar sin advertir que ellos mismos fueron los primeros que contribuyeron a destruirla. Pero no trataremos aquí de ello, prefiero hacerlo sobre lo que afecta a educación.


Y como al perro flaco todo son pulgas se suma ahora, para aquellos que tengan hijos en edad de escolarización obligatoria, el desembolso obligado por la compra de los libros de texto. Algo que era de esperar pues ya en este curso los niños trabajan con libros que han pasado en los años anteriores por otros cuatro propietarios, con lo que se ha alargado el periodo que establecía la ley. Pero, no se asusten todos, pues la medida contempla la gratuidad para aquellos que no sobrepasen ciertas rentas. Y si esto último me parece bien, algo que siempre se ha conocido por el nombre de beca, todavía me parece corto. Pues si uno de los valores que más han caído en la educación escolar es el del trabajo esforzado parece lógico que pueda este ser estimulado con medidas que premien al que trabaja. Y una de ellas puede ser la de la gratuidad de libros. Si un alumno que acaba con matrícula en segundo de bachillerato tiene matrícula gratuita en primero de Universidad, ¿por qué no se puede establecer una tabla de calificaciones que den derecho a la gratuidad de libros para el curso siguiente? Algo que debería contemplarse a la par que el recorte de beneficios a las editoriales. Pero sobre libros de texto podremos hablar en otra ocasión.


Por otro lado, nada he oído sobre el beneficio económico que tiene el alumnado de los Programas de Cualificación Profesional Inicial, pero entiendo que será suprimido, pues el mero hecho de que existan estos programas es un premio para tal alumnado y supone un buen desembolso para la Administración.


Con todo, hay otra inversión escolar más preocupante. En los últimos años se ha hecho un gran desembolso en nuevas tecnologías. Las aulas se han llenado de pantallas, cañones, ordenadores y pizarras digitales. Y parte del profesorado ha concebido su metodología con este apoyo. Y digo que es preocupante porque no sabemos si seguiremos contando con dinero para seguir generalizando estos medios o, por el contrario, toda la inversión realizada se irá al garete. Pues, si no se cuenta con presupuesto para reparación y reposición, va a pasarnos como a esos países que habiendo hecho acopio de la última tecnología del momento la tienen ahora paralizada porque no habían contemplado el presupuesto para su reparación y reposición. Va a pasarnos como aquellos payeses de los que decía Josep Pla que presumían por tener bañera en el cuarto de baño, pero que sólo la utilizaban para llenarla de macetas. Al paso que vamos, las pantallas y cañones de las aulas van a acabar sirviendo sólo para colgar los adornos de Navidad.


Confío en que esto no será así, que aquí no va a pasar, que aquí la educación se contempla como algo prioritario, pero como nadie de los que “deben saber algo” dice nada y los que “no deben saber nada” dicen tanto, no tengo más remedio que preocuparme cada vez que se hace una inversión en nuevas tecnologías.
En fin, que las cosas deben estar tan mal que ya parece que solo queda la aplicación literal del adagio de Hobbes: “primum vivere, deinde philosophare”. Y, para conseguirlo, habrá que sustraer dinero a los de siempre.

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