martes, 1 de junio de 2010

Más tiempo para lo mismo (01-06-2010)

Más tiempo para lo mismo

Ayer, como otros catellano-manchegos, pasé el día de la comunidad fuera de la misma. Y eso que tenía reservada plaza para la conferencia de Barreda. Pido disculpas por mi ausencia con la excusa de un padre de familia: teníamos una primera comunión en Gandía y, ya allí, …. A cambio, aplazo hasta la próxima semana mi opinión sobre las medidas de Barreda, tiempo suficiente para meditar sobre su conferencia. Y, teniendo en cuenta que no funciono como nuestro Constitucional, es bastante probable que así sea.

Otras cuestiones, sin embargo, ocupan estos días nuestras espontáneas tertulias. ¿Hicieron bien CIU y UPN en abstenerse el pasado jueves? ¿Lo hicieron por interés de la nación o por sus propios intereses? ¿Sabe la gente que no lee que el decreto salió sólo con los votos del PSOE? ¿Qué fuerza moral puede tener un presidente que saca las medidas con un solo voto de diferencia? Lo ajustado de la votación, ¿significa algo para él? ¿Habrá interpretado que media España le está pidiendo algo distinto?

La letra impresa ha dejado en estos días decenas de alternativas a las medidas que nuestro gran Timonel prescribió, sin consultar pareceres, al dictado de ordenamientos supranacionales. En torno a las pensiones, por ejemplo, se le han sugerido otras formas para ahorrar los mil quinientos millones que espera sacar con su congelación. Pero no parece que vaya a ceder en alguna medida en la que no haya implicado ningún poderoso, como cedió ante los municipios veinticuatro horas después de que el BOE publicara su decretazo.

Con todo, las medidas son de ahorro y no de productividad. Nuestro camaleónico y planetario gran Timonel ha reaccionado cuando el barco se iba a pique, no porque estuviera en la cabina de mando para advertirlo sino porque observadores ajenos se lo indicaron. Ha reaccionado, digo, cuando el barco se iba a pique, pero no mientras en el trayecto se le iban ahogando marineros. Y esto es el desempleo, gente que se ha ido quedando en el camino por la ceguera de su Timonel. Y estas medidas no arreglan el paro, afirmación en la que me gustaría no llevar razón. La cuestión del mercado laboral es otra y es ajena al decretazo. La tarea que ahora tiene pendiente está relacionada con los sindicatos, los mismos que han acallado a la masa hasta dar la impresión de que ésta tiene un gran sentido de responsabilidad, pero que la hubieran espoleado y sacado a la calle, recurriendo también al mismo sentido de responsabilidad, si el Gobierno hubiera sido de otro color.
Por el momento, lo cierto es que el Gobierno vuelve a disponer de tiempo. La abstención del jueves le ha dado oxígeno suficiente para seguir. La cuestión es cómo lo empleará. Por lo visto, no será capaz de aprovecharlo para sacar medidas óptimas en beneficio de los desempleados, pero tiene capacidad suficiente para crear nuevas situaciones de enredo que afecten a la oposición. Porque este sí es su principal objetivo: conseguir que no gobierne la oposición. Zapatero no sólo no hace, sino que tampoco deja hacer. Así que prepárense para otras cuestiones ajenas a la crisis. El tiempo y sus medios de comunicación estarán repletos de ellas. Indagar sobre lo esencial será como buscar una aguja en un pajar. Y Zapatero cruza los dedos para que España llegue lejos en el mundial de fútbol. Yo también, pero por motivos distintos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario