miércoles, 27 de octubre de 2010

¿Salvados por las apariencias? (26-10-2010)

¿Salvados por las apariencias?

El discurso político actual se parece a la discusión acalorada de niñas y niños en el patio del Colegio: que si Javier me ha dicho morritos, que si Enriqueta me ha dicho musculitos. Una discusión llena de incongruencias: que María Dolores no puede compatibilizar dos cargos –que todavía no comparte-, pero yo –por Marcelino- sí puedo compatibilizar tres. Y de cinismo: ¡hay que ver cómo son Javier y María Dolores!

Y, es que, el que no lleva razón busca razones o se las inventa: que fui a la huelga –dice Valeriano- por apoyar a los sindicatos y no porque estaba en contra de la reforma laboral. Aunque el hecho de encontrar razones les aleje del auténtico tema de discusión o, precisamente, para que esto suceda. Que la mejor manera de evadirse de un problema serio es entretenerse con otros más triviales. Al fin y al cabo lo único que importa son las apariencias. Una discusión ajena a los verdaderos problemas y que, en consecuencia, es buena prueba de la inmadurez de sus protagonistas, así como de los espectadores que la aplauden y foguean.

Ante tal desviación de lo esencial, parece que aquí no pasa nada, que aquí todo va bien. Y no digamos de nuestra propia comunidad, envidia de la de Madrid y de cualquier otra. El desmadre de la CCM no tiene importancia frente al supuesto caso de los trajes de Camps. Aquí el paro se acabará antes que en ninguna parte y seguiremos siendo la primera comunidad, también en educación e investigación. Además, tenemos un presidente que es el causante de la remodelación del Gobierno de España, capaz también de dar una lección de historia para recordarle que si se pierde Castilla-La Mancha es muy probable que se pierda el gobierno de la nación. ¿Qué más se puede pedir?

“Es curioso ver cómo recobran su imperio los acontecimientos”, escribe Saint-Exupery en Vuelo Nocturno, una obra poco leída y tan buena o más que su Principito. Es curioso ver cómo recobra aire el PNV después de los Presupuestos, es curioso ver cómo recobra aire Barreda después de que la prensa comunitaria le presente como artífice del cambio de Gobierno, es curioso ver cómo recobra aire Zapatero con la sola remodelación de su gobierno. Y, sin embargo, los problemas siguen ahí. Pero como escribía Saint-Exupery en la obra citada: “¡A la opinión pública se la gobierna!” y de esto sabe mucho la prensa que juega a favor del status-quo. Cualquiera lo sabe ya: sólo importan las apariencias. “Se gana o se pierde según las apariencias”, se puede leer en Vuelo Nocturno. Una gran verdad que viene a reforzar su frase más divulgada, la que aparece en el Principito, “lo esencial es invisible a los ojos”.

Se trata de no entrar en discusiones sobre lo esencial: el paro, la desestabilización del estado de las autonomías, la difícil cuestión de la inmigración, la pérdida de valores, la nefasta ley de educación, la vergonzante política exterior, la pérdida de confianza para las inversiones, los problemas del agua creados por la falta de un proyecto nacional, …

Se trata de que los simpatizantes y afiliados intervengan en los medios de comunicación como si todo fuera bien, como si todo vaya a ir mejor con el cambio de collares, y que se incida en las erratas de la oposición así como en situaciones aparentemente análogas de territorios ajenos. Que se hable de lo propio como si no hubiera recambio. Que se hable de verdades generales y hermosas sin entrar en su realización. Sospechar para mal de María Dolores, imaginar lo mejor para José María. Dar la apariencia de que los principios le han movido a la autocrítica pública y que ésta no es causada porque ha visto las barbas de su vecino afeitar.

Y, mientras en el patio se desgañitan, todo sigue igual, porque “cuando la ruta está trazada, no se puede dejar de proseguir” (Saint-Exupery, Vuelo Nocturno, Ed. Plaza & Janés, 1993, pág. 117). “Y los pasos de la izquierda abertzale no serán en balde” (Zapatero).

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