En el campus de la
UCLM de Albacete ha surgido un grupo de estudio, reflexión y debate integrado
por investigadores, profesores y estudiantes de diversas ciencias que, bajo el
nombre Universitas, se ha propuesto buscar la verdad, “esa que –según el
profesor Óscar Dejuán- sitúa en la debida perspectiva las verdades particulares
de cada ciencia y confiere sentido profundo al quehacer universitario”. Un
grupo abierto a todos y, quizás por ello, el nombre de “universitas” que Alfonso
X el Sabio definiera como “ayuntamiento de maestros y escolares con voluntad y
entendimiento de aprender los saberes”, lo que es a su vez una buena definición
de Universidad.
No cabe dudad que
este objetivo choca con el escepticismo –fruto de un relativismo generalizado- que
predomina en nuestra sociedad. Más aún si se tiene presente la sofisticada
especialización a la que desembocan los distintos estudios. Pero es
precisamente por esto, porque el saber se ha desintegrado en multitud de
saberes, por lo que el proyecto “Universitas” cobra mayor significado. Urge
conocer hacia dónde conducen estos saberes y cuál es su aportación a la meta
del hombre. Cuál es su relación con la verdadera sabiduría y en qué medida contribuyen
a que el hombre la alcance. Por idéntico motivo, la huida del escepticismo se
torna en un reto para la razón, en un estímulo. Debe haber algo que “sea así y
no de otro modo”, como roca firme, como principio universal, que no sea
indiferente y, si lo hay, toca a la razón descubrirlo.
Cualquier ciencia
plantea interrogantes que van más allá de su método, más allá de la estructura
racional de la materia que describen. La mera pregunta sobre por qué existe el
dato al que aplican su método es una de ellas. Son preguntas que trascienden a
la propia ciencia de los hechos y que, por tanto, pertenecen a otros ámbitos
del pensamiento que es donde deben ser resueltas. Preguntas que llevan a
indagar sobre el ser, lo bueno, lo bello y lo verdadero. Permanecer escéptico
ante ellas lleva, como dice Platón en su Fedón, a renunciar a la verdad de la
existencia, sufriendo una gran pérdida. Y, si por el contrario, si como es el
caso que nos ocupa, la búsqueda de respuestas se convierte en un reto, ¿qué
mejor lugar que la Universidad, avanzando de forma interdisciplinar?
Muchos pueden ser los
enfoques con los que intentar responder a tales interrogantes, pero ha sido la
perspectiva del humanismo cristiano –el mismo que tan bien interpretaron Tomas
Moro, Luis Vives o Erasmo, entre otros- la elegida por el grupo de estudio
Universitas. Algo lógico si se tiene en cuenta que su origen responde al
encuentro que Benedicto XVI mantuvo con jóvenes profesores universitarios en la
Basílica de San Lorenzo de El Escorial.
Desde su inicio, se
han sucedido reuniones y seminarios que en sus primeros nueve meses de
existencia han estado centrados en el diálogo entre ciencia y fe, trabajos y
reflexiones que tendrán como colofón la Primera Jornada Universitas que, bajo
el lema “Ciencia, razón y fe”, tendrá
lugar el próximo viernes 14 de diciembre en la Facultad de Educación de la UCLM
en Albacete.
Desde las 9 de la
mañana, investigadores de renombre, profesores y estudiantes universitarios
impartirán conferencias sobre temas tan variados como “Del origen del universo
al hombre” o “El lugar de la voluntad en el conocimiento”, y compartirán mesa
redonda sobre “científicos ejemplares”. Continuará por la tarde con la
conferencia “Búsqueda de Dios y confianza en la razón” y la mesa redonda que
lleva por título “La visión trascendente del hombre, ¿ayuda o perjudica la
actividad investigadora?”
Buen comienzo para
buscar esa Verdad transversal que da sentido, unifica y trasciende las verdades
particulares de cada ciencia.
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